Para animar a comerse la merienda, uno se inventa lo que sea, o lo copia, como en este caso, para transformar el queso en algo más sugerente. La idea la tomé de esta página donde explican paso a paso cómo hacer de un quesito babybel una carita.
MATERIAL
- Un rotulador alimenticio, de tinta comestible
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Recortad la corteza roja del quesito con un cutter y dibujad ojos, nariz y boca con el rotulador.
El resultado seguramente os puede quedar mejor que a mi.
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